Los últimos de filipinas - Guerra de Filipinas |
Los archivos, en la mayoría de los casos, nos revelan grandes secretos, generalmente desconocidos por la gente general. Esta vez se presenta la historia de un paisano, héroe anónimo de la guerra de Filipinas. Su nombre es Eduardo Ruiz Alguacil.
La guerra de Filipinas, llamada "La Guerra Olvidada", por su poca información dada por los historiadores a la opinión pública, supuso el final del los territorios españoles de ultramar a partir del Tratado de París, por el que España cedía a Estados Unidos, Filipinas, Puerto Rico y la isa de Guam a cambio de veinte millones de dólares, a la vez que Cuba alcanzaba su independencia.
Quizás la falta de información pública de la guerra de Filipinas se deba a la repercusión que tomó la guerra de Cuba. Casi todos los vestigios hispánicos fueron borrados por los americanos, llegando hasta a eliminar la lengua española como idioma oficial.
Entrando en la vida de nuestro paisano, se conoce que nació en La Rambla, hijo legítimo de Mateo Ruiz López, industrial, y de Emilia Alguacil y Alcalde. Nació en la calle Empedrada número treinta y dos a las nueve de la noche del día trece de septiembre de 1875. Abuelos paternos Mateo Ruiz Montes y María Josefa Lopez y Luque, difuntos; maternos Antonio Alguacil Espejo, industrial y Doña Francisca. Testigos D. Ildefonso Jiménez y Cabello, Calle El Palo nº 2 y D. Nicolás Aguilar y Gómez, Calle Rejanas nº1.
Al ser su padre industrial de profesión, se puede asegurar que tuvo cierto estatus acomodado, lo que le permitiría asistir al colegio de Trinitarios que existía en nuestra localidad. En su licencia militar no aparece ningún dato que determinara profesión alguna.
Ingresó en la caja de Reclutas el 8 de Diciembre de 1894, a los diecinueve años de edad. Fue alistado en el reemplazo de dicho año y clasificado como quinto. Al día siguiente fue sorteado en la zona de reclutamiento de Osuna nº 10, asignándole el nº 793.
Fue dado de baja en la caja de reclutas para pasar al Regimiento de Infantería de África nº 4 y destinado a la 3ª Compañía del 2º Batallón, siendo dado de alta el día 7 de marzo de 1895. Su llegada a Melilla ocurre el 13 de Marzo. La jura de bandera se celebró en la revista del mes de abril de ese mismo año. A los nueve meses, su gran capacidad y conocimientos, le permiten ascender al grado de cabo. Desde su llegada a Melilla, permanece en su Regimiento hasta el 12 de Diciembre de 1896, en el que también fue ascendido a sargento, con efecto en Enero de 1897.
Su promoción a Sargento fue motivada porque el 13 de Diciembre de 1896, se incorpora en Cádiz al Batallón de Cazadores Expedicionarios para Filipinas nº 10. Embarcó en el vapor Magallanes para Filipinas 18 de Diciembre de 1896. No se conocen las causas por las cuáles marchó a Filipinas, aunque se cree que dado su deseo de aventuras, se presentase voluntario.
España envió a Filipinas quince batallones de Cazadores Expedicionarios. Eduardo marchó en el vapor Magallanes, el 18 de Diciembre de 1896, llegando a manila el 25 de Enero de 1897, tras 28 días de travesía. Se incorporó en la Comandancia General de Manila y Morong bajo las ordenes del General de División D. Enrique Zappino. El total de militares que se encontraban en Filipinas en 1898, era de 43.656 personas entre mandos y soldados.
Eduardo entra en combate con los insurrectos en la batalla de Matalajid, el 17 de Febrero de 1897. Su valiente actuación le hizo merecedor de la Cruz sencilla de plata del mérito militar con distintivo rojo. Sería la primera de las multiples condecoraciones que consiguió. El 25 del mismo mes marcha hacia Manila, donde se había rebelado el barrio de Tondo. Entra en combate, a los que vence, ocasionando una gran cantidad de muertos.
Sin descanso, el 2 de Marzo marcha otra vez hacia la región de Mariquina. El día 3 se encuentra junto al río Nanea donde halla al enemigo fuertemente atrincherado, lo que permitió presentar una gran resistencia, llegando al combate cuerpo a cuerpo con asalto a la bayoneta. Esta batalla también le permitió ser merecedor de otra Cruz sencilla de plata del mérito militar con distintivo rojo.
Volvió a Manila el 6 de Marzo, permaneciendo en ella hasta el día 26 de Marzo, donde volvió a marchar hacia el distrito de Morong. Regresa a Manila, y el 31 de Marzo, marcha hacía Colován y Moraliches donde, el 2 de Abril, entra en combate nuevamente con carga a bayoneta. Tras esta contienda, Eduardo recibe su tercera Cruz sencilla de plata del mérito militar con distintivo rojo.
El día 9 de Abril, bajo las órdenes del Comandante Granados, marcha por Mariquina y San Mateo. Regresa a Manila, permaneciendo en ella hasta el 8 de Junio, donde se dirige hacía San Juan de Trasfón, entrando en batalla contra los insurgentes continuamente.
El día 9 de Julio le fue concedida la Cruz Roja, pensionada con 2,50 ptas, sin especificar el motivo de otorgamiento.
Eduardo y su compañía fue cambiando de posición frecuentemente hasta que en Enero de 1898, el Capitán General ordena la disolución de la Compañía de Voluntarios de Manila, y marchando hacia el santuario de San Juan del Monte, donde queda en servicio de campaña. Se le concede la medalla de Voluntarios, creada para los individuos y clase de tropa que se hubiesen integrado en dicha compañía. Del santuario de San Juan del Monte, sale para Manila el 29 de Marzo para incorporarse a la 3ª compañía que prestaba sus servicios en la Brigada de Infantería de Santiago.
Los Estados Unidos declaran la guerra a España el 18 de Abril de 1898, bloqueando Manila el 30 del mismo mes. El 19 de Julio le fue concedida la medalla de la campaña de Luzón de 1896-1898. Permanece en servicio hasta el 13 de Agosto, fecha en la que, al capitular la plaza, se incorpora al batallón y queda acuartelado en Santo Domingo, lugar que permanece hasta final de 1898. Continúa de servicio hasta el 24 de Febrero de 1899, embarcando hacía España por cuenta de Estados Unidos en el vapor francés Río Negro.
En total, permaneció en Filipinas 25 meses (Ene de 1897 - Feb 1899). Desembarcó en Valencia el 28 de Marzo de 1899, donde se le concede pase para La Rambla, causando baja en el referido batallón nº 10 y alta nominal en el Regimiento de Infantería de Burgos nº76. Entró en la reserva, hasta la concesión de su licencia definitiva del Ejército Español el 19 de Marzo de 1906.
Ya en la vida civil, desempeñó la función de alguacil de Juez en el juzgado de La Rambla, donde contrajo matrimonio con Manuela López Moreno, fruto del cual fue su hija Amalia, que conservó todas sus medallas, arma y algunos recuerdos de su estancia en Filipinas. Falleció a los 58 años de edad a consecuencia de una uremia, el 11 de Enero de 1936.
Otro caso de los héroes olvidados y rambleños ilustres que debe de ser conocidos por nuestros paisanos. Su valor y sentido de la patria quedan suficientemente demostrados debido a su participación en numerosos enfrentamientos, dos de ellos con carga a bayoneta.
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